El arándano es un arbusto de la familia de las ericáceas del género Vaccinium. Sus frutos son bayas de color oscuro, azuladas o rojizas. Constituye una de las fuentes más importantes de antocianos y carotenoides, que le confieren su color característico y propiedades antioxidantes. Este fruto posee un bajo valor calórico, son ricos en vitamina C, potasio, hierro y calcio, el cual es necesario en la transmisión y generación del impulso nervioso, en la actividad muscular normal e intervienen además en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Además, los frutos constituyen una buena fuente de fibra que mejora el tránsito intestinal. También contienen taninos, los cuales les confieren propiedades astringentes. La principal propiedad de estos frutos son sus altos contenidos de antocianos y vitaminas, que intervienen en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorecen la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones (EROSKI, s.f.; Ostrolucka et al., 2008).
Diferentes estudios hablan sobre las propiedades ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity o Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno) del arándano lo que significa que es un alimento altamente potente para combatir los radicales libres en nuestro organismo que son los causantes del envejecimiento prematuro, enfermedades degenerativas y muchas complicaciones más.