Es muy fácil de hacer:
1. Consigue los nódulos de Kéfir y mantenlos refrigerados, busca en grupos de Facebook o en plataformas digitales (son de bajo costo), la mayoría de las personas lo comparten gratuitamente.
2. En un recipiente de vidrio (importante que sea de vidrio) añade 1 litro de agua filtrada, hervida o de botellón para garantizar que no sea clorada.
3. Añade 4 cucharadas de un sustrato azucarado como azúcar morena, blanca, miel de agave o panela.
4. Adiciona los nódulos de kéfir en la misma proporción.
5. Tapa con un papel absorbente o tela para permitir transpirar y sella con un caucho elástico.
6. Deja reposar en una zona fresca y oscura (alacena) por 48 horas.
7. Filtra los nódulos devuélvelos a su condición inicial refrigerada y traspasa el líquido a otro recipiente.
8. Añade frutos secos o limón, jengibre, higos, arándanos, canela, anís, dátiles o cualquier combinación de tu gusto para darle tu toque secreto.
9. Déjalo reposar un par de horas más.
10. Disfruta con grandes o pequeños y fortalece tu intestino.
Ahora que ya lo sabes hacer, disfruta de sus propiedades sensoriales únicas, como un sabor refrescante debido a la presencia de etanol, un aroma afrutado debido a la presencia de ésteres y un cuerpo y textura atribuidos a su contenido en glicerol.